viernes, 26 de abril de 2013

Videojuegos, ¿ocio, aprendizaje o ambos?


    Cuando decimos que los jóvenes de hoy no saben concentrarse, deberíamos explicar más bien que no son capaces de centrar su atención en los antiguos mecanismos de aprendizaje. Pensando en esta generación que tiene entre manos desde bebés aparatos digitales y electrónicos, es posible ¿que centren su atención en métodos arcaicos?, ¿no sería mas efectivo aprovechar para aprender las herramientas que habitualmente utilizan y con las que además disfrutan?

   Sabemos que las habilidades que necesitan los chicos de ahora son muy diferentes a las de sus padres, si somo conscientes de ello,¿porque no aprovechar esa oportunidad que les brinda la era de las tecnologías?

      Es el caso de los videojuegos, estamos "cansados" de escuchar sólo la parte negativa que puede aportar el uso de videojuegos. En éste video Mark Prenski nos abre los ojos sobre el lado positivo, de lo que nunca se habla.









      Los videojuegos aportan diversión y motivación, pero a su vez también nos enseñan a seguir unas normas, aprender a través de recompensas, con los juegos interactivos además se hace ejercicio y se trabaja la cooperación. También agudizan el ingenio, aprendiendo a resolver problemas poniendo en marcha estrategias, pensándolo bien, quizás están haciendo lo mismo que cuando se les plantea un problema en clase, pero el factor "interés" produce que lleguen a estar gran rato intentando resolverlo. 
    Hay estudios que demuestran que personas que han crecido con jugando con videojuegos muestran mayores habilidades en atención selectiva e incluso en concentración.

    Todo esto nos muestra que en muchas ocasiones la falta de atención en el aula no es porque no quieran prestar atención sino porque el contenido mostrado no es suficientemente interesante para estudiantes del siglo XXI.




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